El cuento es una de las bases para el desarrollo intelectual. Al contarles una historia podemos lograr que entiendan las cosas con más rapidez, que su cerebro trabaje con más certeza, se estimule su memoria y sus ganas de expresarse.
Los relatos populares son una buena manera de aproximarse a las raíces culturales de la humanidad. Son historias capaces de dejar pequeños mensajes en el ambiente que abren nuestra mirada a otros mundos a nuestro alrededor, que nos ofrecen la memoria de otras gentes y de otros pueblos.
Los cuentos infantiles son una buena forma de crear un lazo de unión con los niños, fomentar su imaginación y su creatividad, ahuyentar los temores y en muchos casos hacerles sentir más valientes al inspirarse en sus personajes favoritos.
A la hora de contarles un cuento es importante dar a cada personaje una voz, gestos y personalidad propios, para que el niño consiga imaginar la historia que le contamos. Nosotros también tenemos que hacer el ejercicio de imaginarla, ya que así será más creíble para ellos. Tenemos qué poner la entonación adecuada, llevar un ritmo de narración que le mantenga interesado e, incluso, actuar.
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